domingo, 13 de octubre de 2019

Más reflexiones: memoria “histérica” y Francisco Franco

Franco, Hitler y Mussolini (Foto de Internet)
Franco, Hitler y Mussolini (Foto de Internet)
Tras dejar aparcado (por el momento) el enigmático tema de la muerte, al que mi querida amiga Silvia Mangas que, desde la lejana y admirada Argentina ya le ha sacado inteligente punta y Ramón dice haberla visto muy de cerca, voy a centrarme (vocablo muy de moda en la política española) en la desdichada LMH que nos dejó como herencia el nefasto Zapatero, a la que añadió el conflicto del Estatut inconstitu-cional de Cataluña, herencia con las que está pasteleando ese cachorrillo ambicioso apellidado Sánchez, que quiere convertirse en la “piedra” sobre la que edificar el nuevo socialismo ecologista-feminista, de la mano de los comunistas de nuevo cuño, que nos prometen “panes y peces” sin tener que amasar ni pescar, pero sin explicar de dónde sacarán la materia prima necesaria en esta tierra yerma y seca española y en el océano que nos rodea, contaminado por los plásticos y la sobrepesca.
Oigo y leo a los dirigentes políticos de izquierdas (los de derechas están callados -excepto VOX- como meretrices o maritornes jubiladas), que esa histeria progresista para desenterrar el cuerpo de Franco y trasladarlo a un lugar en el que no pueda ser visitado ni homenajeado, es debido a haber sido un dictador, hecho insólito en Europa. Que un individuo de tal “calaña” permanezca inhumado en un monumento del Patrimonio Nacional, después de 44 años de “democracia”, es algo que en democracia no puede admitirse ni permitirse, poniendo como ejemplos a Mussolini y Hitler (yo añadiré otros dictadores) que carecen de tales honores en sus respectivos países.
O esta gente ignora la historia, los hechos objetivos que la conforman o, conociéndola, la ocultan para que no se sepa la verdad.
Mussolini llegó al poder con su doctrina fascista mediante una especie de golpe de estado incruento (la llamada marcha sobre Roma) allá por los años 20 del pasado siglo, que asumió el jefe del estado italiano, el rey Víctor Manuel; Hitler obtuvo el cargo de primer ministro (canciller) tras unas elecciones democráticas que ganó su partido, el Nazi; ambos dirigentes procedían del socialismo al que contemplaban desde una óptica ultra nacionalista. Nada que ver con Franco, con su acceso al mando en España, excepto que gobernaron con poder absoluto (dictadores), ya que mientras Hitler provocó la II Guerra Mundial, Mussolini se enredó en la misma, previas sus aventuras coloniales africanas (Etiopía y Libia), Franco consiguió la jefatura del estado y del gobierno tras un golpe de estado (Movimiento Nacional) que ni preparó ni encabezó él sino los generales Mola y Queipo de Llano, al que se unió tardíamente. Fue una junta de generales presidida por el general Cabanellas (republicano y masón) quien lo elevó a la más alta jerarquía y lo convirtió en dictador para ganar la guerra civil en la que se transformó aquel alzamiento militar y cívico de las derechas.
Perdedores de la guerra mundial, Mussolini fue primero derrocado como primer ministro por sus compañeros del Gran Consejo Fascista y finalmente linchado cuando lo capturaron los partisanos comunistas, mientras Hitler se suicidio y su cadáver fue incinerado.
Franco fue el ganador de la guerra civil y se mantuvo en el poder durante 40 años, periodo que no es homogéneo sino que pasó de una dictadura militar en la que España vivió a toque de corneta, como en los cuarteles, a irse modulando para convertirse en un régimen autoritario, para llegar a un punto de prosperidad material e intelectual que le permitió la metamorfosis transformadora a una forma de gobierno democrático total, sin romper las estructuras del Estado, cuyos cimientos se construyeron durante el franquismo, cimientos que perduran ya que nunca se destruyeron (no hubo ruptura a partir de 1975) sino que en todo caso fueron reformados con aquello que se definió “de la ley hacia la ley” toda vez que fue aquel marco jurídico anterior a la muerte de Franco la que permitió la actual Constitución por la que nos regimos. No se derribó el “edificio” y en su solar se edificó el actual Estado.
Quiero decir que vivimos en la misma “casa”, en el mismo “edificio” que se construyó a partir de 1939, con las reformas y modernización que eran necesarias o convenientes, morada común que, quiérase o no, se la debemos a Franco y su régimen dictatorial que no solo evitó que no entráramos en la II Guerra Mundial sino que impidió una nueva guerra civil a partir de 1975. Mi padre, que de militar profesional del ejército derrotado tuvo que trabajar como obrero ferroviario, en 1972 me decía que ya tenía pagado totalmente el piso comprado en Valencia e iba a por el apartamento en un pueblo del interior, como tantos y tantos otros obreros que en aquella décadas prodigiosas, una vez pagado el piso fueron a por los apartamentos en la playa o la montaña, además del coche utilitario para sus desplazamientos cortos o largos.
El Seat 600 que motorizó a la sociedad española en los años del franquismo (Foto obtenida de Internet)
El Seat 600 que motorizó a la sociedad española en los años del franquismo (Foto obtenida de Internet)
He dicho en más de una ocasión que me importa un pito el sitio en el que está o en el que depositen el cadáver de Franco; lo que siempre he puesto de relieve en mis escritos es el hecho objetivo vivido por mi (y por otros muchos jóvenes de mi generación), es que, a la inmensa mayoría de la sociedad española de aquella época, que primero se llamó régimen franquista y ahora dictadura pura y dura, no se nos preguntó quienes eran nuestros padres ni en que bando lucharon durante la guerra. Hubo igualdad de oportunidades para los hijos de vencedores y vencidos de acorde a sus esfuerzos, meritos e inteligencia… ¿Enchufados entre los vencedores? Es evidente, como ahora para los “cachorros” y demás paniaguados de los que mandan en el panorama político actual. Como ejemplo de “libro”, véase a la alcaldesa de Móstoles (Madrid). Lo que no hubo es represión generalizada con tropas y tanques en la calle a semejanza de las comunistas de Hungría, Polonia o Checoeslovaquia, o “demócrata” de Méjico, o la de los neocomunistas chinos en aquella plaza gigantesca de Pekín. Franco se mantuvo 40 años en el poder no por la fuerza de bayonetas o policías sino porque la inmensa mayoría de españoles le apoyaron ¡Si hasta la jefatura del Estado que tenemos la designó él!
Tanques rusos en Hungría reprimiendo a la población en 1954 (Foto obtenida de Internet)
Tanques rusos en Hungría reprimiendo a la población en 1954 (Foto obtenida de Internet)
Resumiendo (que es gerundio): Franco (su cadáver) no es un extraño enterrado en el Valle de los Caídos; se puede decir que no es aquel lugar donde deben descansar sus huesos puesto que el motivo por el que se levantó el monumento (enterramiento de los fallecidos como consecuencia de la Guerra Civil) no encaja en su “perfil”, ya que murió en su cama 36 años después de finalizada la contienda; no obstante, tampoco veo tan disparatado que en su momento, el Gobierno de entonces decidieran darle ese “honor”. Cuando visité el cementerio de Arlington en Washington, que se construyó para albergar los cadáveres de los militares estadounidense, había tres “civiles” (los hermanos Kennedy y el boxeador Joe Louis), por decisión del Gobierno contraria a la ley fundacional del camposanto.
Llama eterna en la tumba de Kennedy en Arglinto (Foto de Internet)
Llama eterna en la tumba de Kennedy en Arglinto (Foto de Internet)
En cuanto a esa ley de la “Memoria”, en la que se hizo una modificación dedicada a una sola persona y sus familiares, es una chapuza jurídica, una herramienta al servicio de Pedro Sánchez para posturear ante la prensa y cancillerías extrajeras y, como decía el miércoles 10 de Octubre de 2019 el presidente de VOX, esa exhumación y traslado se apartan del mismo espíritu con el que nació: La búsqueda de cadáveres enterrados en cunetas como consecuencia de la guerra, para que sus descendientes pudieran recuperarlos y enterrarlos dignamente cuando, en el caso que nos ocupa, Franco se halla identificado, su lugar de inhumación acreditado plenamente, sus familiares y todo el que quiera puede llevar flores a su tumba y se le exhuma por las “bravas” y se le volverá a inhumar en un lugar no querido por su familia… ¡Claro que Franco era un dictador! Ya lo dije el otro día: a moro muerto, gran lanzada, de este Gobierno chapucero que no sabe que hacer para perpetuarse en el poder.
Y un repaso a las dictaduras del siglo XX nos revelará que las surgidas de guerras civiles (rusa, china y coreana) el vencedor se erigió en implacable dictador, con millones de muertes a sus espaldas, aunque ¿por ser comunistas? se integraron en el concierto de las naciones “no dictatoriales”, sus líderes no solo fueron expuestos al público en lugares preeminentes sino sacralizados y adorados en sustitución del Dios en el que no creían sus súbditos. El otro dictador peninsular, Oliveira Salazar, que había llegado al poder de forma incruenta, murió en la cama, aunque su sucesor en el gobierno autoritario (Caetano) fue dinamitado por la llamada “revolución de los claveles”, la rebelión de los militares portugueses de izquierda, que estaban inmersos en una guerra colonial (Angola y Mozambique) y fueron favorecidos en sus pretensiones rupturistas por el ambiente descolonizador que imperaba en la ONU.
La Revolución de los claveles en Portugal (Foto de Internet)
La Revolución de los claveles en Portugal (Foto de Internet)
A la espera de lo que pasará la semana próxima (que me gustará comentar si continuo en “este barrio”) ya han empezado las “filtraciones” (las leo en alguna prensa digital) sobre la condena de los separatistas catalanes: Parece que para conseguir la unanimidad de todos los jueces del Tribunal Supremo (¿y para complacer al Gobierno?) se inclinan por el delito de sedición (con penas carcelarias menores) para la condena y no por el de rebelión como pedía el Ministerio Fiscal, ni tan siquiera en su graduación de conspiración o tentativa si se estimaba no “consumada”. Como jurista siempre he mantenido que “aquello” fue una rebelión dado que se pretendía segregar una porción del Estado. Quedaba en el aire si hubo o no hubo violencia dado que los socialistas en la reforma del Código Penal de 1996 modificaron el delito suprimiendo la rebelión no violenta y tumultuaria con el fin de segregar parte del territorio nacional; los votos que necesitaba Felipe González de PNV y CIU (separatistas) para ser investido presidente en su última singladura debieron ser, sin duda, a cambio de esa nueva redacción dada al delito de rebelión, como la supresión-suspensión del servicio militar obligatorio y la defenestración del presidente del PP catalán (Vidal Cuadras) fue exigencia de Pujol a Aznar para que con sus votos pudiera coronarse presidente de España ¡¡Asco de políticos!!
Aznar y González que para ser presidentes “vendieron” España a los separatistas catalanes y vascos ¡Qué asco de políticos! (Foto de Internet)
Aznar y González que para ser presidentes “vendieron” España a los separatistas catalanes y vascos ¡Qué asco de políticos! (Foto de Internet)
La sedición es un “plus” de los desordenes públicos que no necesariamente tiene como uno de sus objetivos el mantenimiento de la integridad territorial nacional, sus penas más benignas y con una aplicación extensiva de la legislación penitenciara esta gene puede encontrarse en cuatro días en la calle gozando de semi libertad, sin necesidad de indultos o amnistía.
¿Ha claudicado el T.S. a las exigencias del gobierno de la “mano blanda”? (Foto obtenida de Internet)
¿Ha claudicado el T.S. a las exigencias del gobierno de la “mano blanda”? (Foto obtenida de Internet)
Parece que puede haber alguna “presión” gubernamental para que el tribunal no use la “mano dura”; como habrá existido algún “apremio” de la oposición política para que no se decantara por la “mano blanda”, habiendo quedado en una sentencia “mediopensionista” que no va satisfacer a nadie. El eclecticismo, como teoría, muy bien. En la práctica no resuelve nada excepto una “paz” inmediata que no resuelve los problemas de fondo. Insisto: ¿Qué quiere ser España de “mayor”? ¿Una Nación unida y fuerte o una Nación de Naciones desunidas y rivales entre si, como en los tiempos de la I república?.

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