Pablo Casado Blanco (Foto de Internet) |
Prensa y TV (esta última la sintonizo por consejo de mi amigo Don José) están machacando en las últimas jornadas al flamante nuevo Presidente del Partido Popular Pablo Casado que, a este ritmo de acoso, va a retroceder a la “soltería” política. Está claro que “molesta” a todos sus adversarios situados a la izquierda de su ideología e irrita a compañeros de su Partido descabalgados de un “buenismo” más acorde con los socialistas de Pedro Sánchez (inmigración, impuestos y Cataluña, principalmente) y más digerible para PODEMOS.
Parece que este Pablo Casado, por lo que le he oído en TV, quiere liberarse del complejo de culpabilidad e inferioridad moral que la Derecha política española viene mostrando ante la Izquierda, a la que reconoce no solo implícitamente sino muchas veces de forma explícita esa pretendida superioridad que la hace salir indemne (casi con aplausos) de la comisión de hechos claramente delictivos (como el famoso GAL, al que nadie se atrevió a resolver la incógnita de la X), el “invento” de la financiación ilegal con los casos Filesa, Malesa y Time Export (con las condenas de los socialistas Sala, Navarro y Aida Álvarez que no se llevó por delante a Felipe González), o los actuales ERES (y otras tropelías en el PSOE valenciano) para lo que no les ha temblado el pulso de cesar al coronel de la Guardia Civil que dirigía esas investigaciones, ahora que tenía tiempo libre tas haber desenmascarado los atropellos corruptos de aquellos que fueron la cohorte de José María Aznar.
Si tras la Revolución Francesa de 1789 y su epilogo en la Comuna de Paris de 1848 quedó “fuera de juego” para siempre el sistema político y social nacidos con el feudalismo, eliminándose asimismo los monarcas con poderes teocráticos, dentro de la burguesía que hizo posible tales avances se abrieron brechas sociológicas en defensa de la clase trabajadora que a su juicio había pasado de esclava de por vida a tenerse que vender día a día para poder subsistir dentro de un mundo miserable.
Karl Marx (Fotografía de Internet) |
No otra cosa que burgueses, gente acomodada, fueron los alemanes Karl Marx y su socio de ideas y escritos Frederich Engels (este último muy adinerado, con las ganancias obtenidas gracias al trabajo de sus obreros en sus fábricas textiles de Manchester), quienes en toda su existencia no dieron lo que se dice “un palo al agua”, pero que con el descubrimiento del “socialismo científico”, la “lucha de clases”, el Estado como “elemento de poder y dominación” (por el capital y la burguesía, de la que precisamente, como hemos dicho, ellos procedían) sustentado por unas superestructuras que algunos autores las sintetizan en la Iglesia y el Ejército y otros le añaden el Derecho, las ideas políticas y las filosóficas, se dedicaron a teorizar sobre la liberación de la clase obrera, la implantación de dictadura del proletariado hasta la erradicación del capitalismo y la burguesía, que Lenin y Stalin llevaron al terreno práctico en la URSS con el desastroso resultado por todos conocidos: Hambre, miseria, falta de libertad y millones de muertos que solo cesó a gran escala tras la caída del muro de Berlín y el desmantelamiento de las “Democracias Populares” comunistas, y digo a gran escala porque en un escalafón inferior se mantuvieron Corea del Norte y Cuba, principalmente, y de las cenizas han surgido ascuas encarnadas por PODEMOS y sus confluencias.
Pablo Iglesias Turrión (Foto de Internet) |
Y a pesar de que los avances materiales (el bienestar masivo) lo ha traído la Derecha, que partió de las ideas liberales del inglés Jonh Locke, los complejos de inferioridad moral persisten. La burguesía (la clase media) es abducida en determinadas épocas y circunstancias por la Izquierda “superior”, más tolerante, más dialogante, nada autoritaria, muy de esgrimir en cualquier momento y lugar los valores de los derechos humanos (ahora también los derechos de los animales) por encima de cualesquiera otros derechos: los de la vida del no nacido que cercena la izquierda con sus leyes de aborto, o los de los inmigrantes irregulares a los que se dota de subvenciones, viviendas y trabajo que se sustraen e los españoles que ampara la Constitución, por ejemplo, sin tener en cuenta que puede llegar a producirse el “EFECTO MARIPOSA” que no es otra cosa que la teoría del caos cuando las circunstancias peculiares del tiempo y condiciones iniciales de un determinado sistema dinámico cualquier discrepancia ente dos situaciones con una variación pequeña, a medio o largo plazo si se parte el mundo en dos mitades iguales y en una aletea una mariposa y en la otra no, acabarán siendo muy diferentes.
Volviendo a Pablo Casado y su presumible inhabilitación por un título que le “han regalado” cuando hace diez años tenía un cargo en el PP y tal vez se adivinaba que llegaría a ser su Presidente, lo que en términos de retorcimiento jurídico puede entrañar un delito de “cohecho impropio” previsto y penado en el artículo 422 del C.P., con cárcel de hasta un año y suspensión de funciones públicas por otros tres. Y decimos que hay “contorsión” jurídica puesto que Casado no tenía un cargo relevante o importante que pudiera llevar al profesor o profesores de su máster a cometer un cohecho propio (un soborno). No es el caso de Camps cuando era presidente de la Generalidad Valenciana al que le regalaron unos trajes por su cargo (fue absuelto) o el del Magistrado Baltasar Garzón, patrocinado (y pagado) por cinco empresas en sus viajes y cursos al extranjero, a las que presuntamente después trataba favorablemente (fue absuelto por el TS al estimar que los hechos habían prescrito)
Baltasar Garzón Real (Foto de Internet) |
Los casos de “regalos de títulos” a políticos españoles y no solo a los de primer nivel podían llenar unos cuantos folios. El más sonado es tal vez el de aquel “tragacuras” llamado Alejandro Lerroux, que con solo tres cursos de bachiller (que es lo que en su época se exigía) suspendió el ingreso en la Academia militar, y metido en la política siempre tuvo el complejo de no ser abogado como la mayoría de sus compañeros en el Congreso, complejo que pudo superar cuando ya con sesenta años cumplidos acudió a una academia de Las Palmas autorizada por la Universidad de la Laguna para los estudios y exámenes de la Carrera de Derecho, en la que el bueno de Don Alejandro, en una semana, volvió a Madrid con el título bajo el brazo.
Alejandro Lerroux García (Foto de Internet) |
En otro momento he narrado como se obtenían los títulos universitarios en 1939-1940 por los vencedores de la Guerra Civil que acudían a los llamados “exámenes patrióticos” de uniforme y pistola al cinto, que le espetaban a los asustados profesores unos ¡¡Arriba España!! y otros tantos ¡¡Viva Franco!! para salir con el aprobado y el título en el bolsillo. Claro que alguno de aquellos jóvenes había visto interrumpidos sus estudios a causa de la guerra, mientras que el maestro de escuela Rafael Santonja Pons, el que estuvo preso junto a José Antonio en Alicante por su condición de falangista, al ser liberado en 1939 por sus camaradas que conocedores de su currículo y de que había sido una especie de “asistente” del Fundador hasta el momento de su fusilamiento, le ofrecieron la prebenda o puesto que quisiera en la “nueva España” y él pidió ser abogado, como su idolatrado jefe… Y en menos de una semana salía de la Universidad de Murcia como Licenciado en Derecho y se dio de alta en el Colegio de Abogados de Alicante.
Desde que la Universidad española fue “colonizada” por catedráticos y profesores mayoritariamente comunistas, son numerosos los acólitos del Partido que salieron estampillados como abogados, sin saber hacer la “O con un canuto” como se dice vulgarmente. Conozco dos casos flagrantes, uno de la Universidad de Valencia y otro de Barcelona (con ambos he mantenido buena relación durante años). Eran “activistas” de CCOO y necesitaban el título para determinadas circunstancias. Los dos tienen un mismo patrón: trabajadores de la madera, con escasa instrucción, “listillos” y muy fieles al Partido. Por el coladero de acceso a la Universidad para mayores de 25 años (modalidad implantada por el franquismo y no por los socialistas como algunos creen) llegaron a las Facultades de Derecho en donde los profesores afines les fueron aprobando unas tras otras las 25 asignaturas hasta completar los cinco años de la licenciatura. Incluso se repartieron títulos de doctorado a los afines, como a Carlos Obregón Roldán, abogado de la UGT clandestina en los años setenta del pasado siglo, cordobés del equipo andaluz de Felipe González, enviado a Cataluña como topo del PSOE al que era necesario infiltrar en empresas y en la Universidad (de ahí su doctorado) que me ofreció a mi ese título (él lo preparaba todo), algo que en aquel tiempo me pareció surrealista (no acepté, obviamente). Carlos, rechazado por González y Guerra en el reparto de prebendas tras acceder al Poder en 1982 (según él, por ser maricón y vivir con un novio joven y guapo) protagonizó un episodio muy chusco al convocar a la prensa ante la facultad de Derecho de Barcelona para que fueran testigos de cómo quemaba la toga y birrete de Doctor que le habían “regalado” sus acólitos marxistas (Se puede consultar el diario la Vanguardia en Internet que trae el suceso con fotografías y en ABC del 21 de febrero de 1988 su presunto secuestro por la organización terrorista-separatista catalana “Terra Lliure”). Tuve una relación profesional muy estrecha con este personaje peculiar, del que tengo todas sus obras dedicadas, entre ellas la de su tesis doctoral que es la que pretendía “copiar” para mí.
Luis Roldán Ibáñez (Foto de Internet) |
Y si hablamos de aquel Pepiño Blanco, Ministro con Zapatero, que decía ser poco menos que Doctor en Derecho cuando no había pasado de primero de Carrera; o de Roldán, el de las tres carreras universitarias de su currículo (totalmente falsas) cuando la única en la que realmente había obtenido matrícula de honor era en la de “Chorizo riojano”, que robó hasta la caja del dinero de los huérfanos de la Guardia Civil a la que quien esto escribe había contribuido donado sus honorarios por la defensa de guardias en la época que actuó como abogado de algunos de ellos ante los Juzgados de Barcelona...
Los personajes de “El Buscón” novela escrita por Francisco de Quevedo en 1626, han continuado vigentes hasta nuestros días. Ignoramos si Pablo Casado pude ser uno de ellos, conscientemente o no. De lo que no cabe la menor duda es que “molesta” su talante político y que tiene más enemigos (a la diestra y la siniestra) que amigos. La prensa y la Sexta han hincado el “cuerno” y difícilmente se retirarán sin hacer sangre. A priori su tema parece más simple y sencillo que el mecanismo de un botijo, pero “doctores” tiene la “iglesia marxista” (lo digo por el “Iglesias”) para llevar el agua al molino de sus intereses, intereses que no sabemos hasta que punto manejan el financiero griego Soros (continua oscura, muy oscura, su visita al recién aterrizado Pedro Sánchez en la Moncloa, pues ese personaje no da puntada sin hilo), el también financiero catalán Roures (siempre detrás de cualquier hecho o circunstancia que pueda perjudicar a España como Nación) e inclusive entidades semi secretas, de finalidades nunca claras, como las Logias Masónicas, enemigas de la España monárquica desde su creación en Londres en 1717, rencorosa con el Régimen de Franco por la persecución que sufrió y con una acusada inquina contra la Iglesia Católica a la que oficialmente ha conseguido descabalgar en la España que ha abrazado el laicismo beligerante.
George Soros (Foto de Internet) |
La ideología conservadora del Partido Popular que en el año 2000 había obtenido una abrumadora mayoría absoluta en ese segundo mandato de José María Aznar, en el que se enderezó el rumbo económico que el PSOE de Felipe González había dejado para el arrastre ocho años antes, presumía de arraigarse en la mayoría de la sociedad española, pero el propio Aznar (más bien “asnar”) empezó a darles bazas a las izquierdas y a los agazapados separatistas del PNV y CIU, con su narcisismo e innecesaria “foto de las Azores”, en la que era un mero convidado de piedra o mamporrero de Bush y Blair. Así, cuando le dio la “alternativa” a Mariano Rajoy para las elecciones del 14 de marzo de 2004 en que todas las encuestan daban como ganador al PP, se dieron los llamados atentados de Atocha del 11, con diez bombas que explotaron simultáneamente en cuatro trenes y otras tres descubiertas por la policía que las hicieron estallar de forma controlada (hubo 193 muertos y más de 2000 heridos) y en un par de días, muy bien aprovechados por el PSOE de Zapatero y Rubalcaba que parece estaban preparados para fructificarlos, dieron la vuelta a las encuestas, echaron del poder al PP, se inició la nefasta “era zapatero” (que todavía sufrimos) y quien movía los hilos de esta trama consiguió torcer el rumbo de España dirigiéndolo hacia sus inconfesables propósitos que ahora podrían quebrarse si Pablo Casado logra presentar a sus millones de electores perdidos un proyecto económico ilusionante y una inquebrantable voluntad de garantizar la unidad de España, ganándoles el “pulso” a los chulescos y desafiantes separatistas catalanes.
Atentado terrorista del 11/03/2004 (Foto de Internet) |
Que aquel atentado tan minuciosamente diseñado y con tanto rigor técnico ejecutado fuera obra de una docena de fanáticos musulmanes, carentes de todo tipo de formación militar o paramilitar, analfabetos en su mayoría, no se lo cree nadie. En el año 2004 solo había una organización terrorista en España con las infraestructuras y los conocimientos tácticos y técnicos para llevar a cabo una acción de esa envergadura, o sea ETA. Por eso las primeras sospechas fueron hacia ellos como autores. En televisión, a los pocos minutos de ocurrir los hechos, salió en la pantalla de la 1 Ibarretxe (presidente vasco) diciendo que si se confirmaba que el atentado había sido obra de ETA, esos malnacidos (literalmente dijo eso) se habían cargado el proyecto vasco para más de un siglo. Ya no se volvió a señalar a esa dirección pues se dejaron “pistas” muy llamativas de que el atentado era obra de musulmanes por la intervención de España en la Guerra de Irán. ETA, o los Servicios Secretos de algún país al que le molestaba el PP o una suma de todos ellos (como en el caso del Almirante Carrero, que también “molestaba” pues se le consideraba capaz de continuar el franquismo tras la muerte de Franco) eran los únicos que podían diseñar y poner en marcha una operación tan “militar”, aunque la tropa de choque fueran unos tontos útiles musulmanes que se sabía se inmolarían para irse al Paraíso antes de dejarse detener.
Juan José Ibarretxe Markuartu (Foto de Internet) |
Tres caídas tuvo Cristo cuando con la Cruz a cuestas iba camino de su Calvario; dos caídas ha tenido el Partido Popular en su camino hacia su posible extinción o irrelevancia política: el representado por el 11 de marzo de 2004 y el vivido este año con la sentencia del llamado caso Gürtel, la moción de censura a Rajoy, su expulsión del Poder por la votación de la mayoría absoluta del Congreso en la que se sumaron separatistas de PNV, representantes de la extinta ETA (en lo que de matar se refiere), y los partidos separatistas catalanes. Ahora parece que se está preparando la tercera caída, el procesamiento de Pablo Casado por el TS (no olvidemos que el dueño del BOE y de las prebendas es ahora el PSOE de Sánchez, algo muy “respetable” si se quiere medrar) que puede acabar con el PP como partido hegemónico con pretensiones de gobernar España. Si eso ocurre habrá un alto consumo de marisco y champan por los que manejan las “navajas”: los de casa y los de fuera; y los que amamos a nuestra Patria podemos ir ensayando la Misa de Réquiem compuesta por Mozart para su propio funeral, música solemne que me parece muy adecuada para cerrar el libro de la Historia de la España que me niego a admitir no es inmortal, como yo siempre había creído.
¿Va a ser este el destino del Partido Popular? |
Si Cristo pronunció las Siete Palabras desde la Cruz (más bien, siete frases), si el Partido Popular acaba crucificado tal como quieren sus enemigos interiores y exteriores ¿Cómo se despedirá de sus millones de votantes a los que dejará huérfanos? ¿Qué frases tiene preparadas? ¿No se rebelará? ¿Hay todavía posibilidad de salvación para la Derecha española? ¿Ciudadanos está capacitado para tomar el relevo? Muchas preguntas para difíciles respuestas.
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