domingo, 10 de marzo de 2019

Audiencia pública (6)

José Antonio Nieto, durante su declaración (Foto de Internet)
José Antonio Nieto, durante su declaración (Foto de Internet)
Intensa semana de declaraciones testificales; mu-chas horas de TV en la cadena 24 Horas para tomar notas a “pie de obra” (¡Maravillas de la técnica!) de las palabras y actitudes de los deponentes, así como de la actuación de inte-rrogadores y abogados defen-sores; por encima de todos, el Presidente Marchena cuya figura procesal se agiganta día a día, cerrando la boca de algunos “protagonistas”, espe-cialmente del abogado Van den Eynde, con filípicas tan precisas como demoledoras (¡Yo le puedo interrumpir a usted, pero usted no me puede interrumpir a mí!)
Nuestra impresión del resultado de esas maratonianas sesiones es que la condena por el delito de rebelión está más cerca y que los intentos de las defensas por desviar el proceso hacia unos simples desordenes públicos van camino de un fracaso palmario.
JOSE ANTONIO NIETO BALLESTEROS, ex Secretario de Estado de Seguridad, fue ese “tipo” de testigo que todo jurista anhela para apuntalar la causa que postula: Seguro de lo que dice, buen léxico, excelente memoria, incapaz de contradecirse, con aureola de decir la verdad a todo lo que se le pregunta; fue esclarecedor de las presuntas responsabilidades penales de los acusados que se sientan en el banquillo; aseguró que los “Mossos” no hicieron absolutamente nada para cumplir el mandato judicial para evitar la “consulta”, pese a la espiral de violencia que se iba desarrollando, mientras que el gobierno de Puigdemont mostró en todo momento una actitud obstruccionista (desde el primer día, añadió), acusaciones que sustentó con datos y documentos acreditativos de que había una voluntad deliberada de seguir adelante pese a las advertencias del Tribunal Constitucional; desde luego que dejó a su superior (Zoido) a la altura del betún con la ambigüedad que mostró cuando le tocó declarar; Nieto se permitió incluso alguna expresión literaria al mencionar que la realidad catalana le parecía surrealista, pues en las reuniones de la Junta de Seguridad comprobó que los mismos que tenían que impedir el referéndum eran los que lo habían convocado.
Con su relato coherente, ordenado y detallado (según hemos dejado anteriormente apuntado) desmontó la tesis de los separatistas de las movilizaciones “pacíficas y cívicas” que rodeaban su plan ilegal, defendiendo la actuación proporcionada de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, negando las cargas policiales y explicó ampliamente que la Generalitat estaba advertida de que habría violencia el uno de octubre.
Explicó, también, como el Conseller Forn se oponía a que el Gobierno de Rajoy enviara 6.000 efectivos de policías y guardias civiles, pese a los graves sucesos del 20 de Septiembre en el que los “Mossos” habían permanecido pasivos y la autoridad del Estado había quedado cuestionada; hizo especial hincapié el declarante en que las concentraciones y manifestaciones que se realizaban cada vez que había un registro ordenado por la autoridad judicial no eran espontaneas, sino que estaban perfectamente organizadas y derivaban todas en una actitud violenta o que propiciaba a la violencia; y que solo tres días antes del uno de Octubre los representantes del Gobierno español pidieron que se desconvocase el referéndum por el riesgo de choques violentos, teniendo en cuenta lo sucedido el 20 de Septiembre, a lo que hicieron caso omiso la Generalitat representada en la reunión por Puigdemont, Forn y Jose Luis Trapero.
ANTONI BAYONA ROCAMORA, ex Letrado Mayor del Parlamente, desmontó ante el Tribunal la tesis mantenida por Carmen Forcadell de que estaba obligada a tramitar las leyes que daba luz verde al referéndum y a la declaración de independencia, reiterando los informes que en su día dio a la Cámara (del que se hizo caso omiso) de que existía un deber de no tramitar las leyes del “procés”.
En su declaración como testigo ante el tribunal que juzga el proceso independentista en Catalunya, Bayona ha relatado que a raíz del primer incidente de ejecución que se planteó desde el Tribunal Constitucional, los servicios jurídicos del Parlament comenzaron a elaborar informes sobre la no conveniencia de admitir determinadas iniciativas, ya que éstas podrían suponer un incumplimiento del acatamiento al tribunal de garantías.
Antoni Bayona, ex Letrado Mayor del Parlament (Foto de Internet)
Antoni Bayona, ex Letrado Mayor del Parlament (Foto de Internet)
Bastantes advertencias de los letrados de la Cámara, ha explicado, se hicieron a la Mesa de forma escrita. Aunque otras se pusieron de manifiesto de forma oral, de igual modo se incluyeron en las actas de las reuniones.
Xavier Muro, Secretario General del Parlament (Foto de Internet)
Xavier Muro, Secretario General del Parlament (Foto de Internet)
XAVIER MURO i MAS, Secretario General del Parlament de Cataluña reconoció que tanto él como el Letrado Mayor Antoni Bayona advirtieron a la Mesa que no podían llevar al pleno una resolución contraria de manera “palmaria y evidente” a la Constitución española, con lo que avalaba lo declarado por su compañero y rebatía la versión dada en su declaración por la Presidenta Carmen Forcadell, así como por la anterior presidenta Nuria de Gispert. Muro insistió que el deber de Forcadell era no tramitar esas propuestas de resolución contrarias a la Constitución.
Roger Torrent, actual presidente del Parlament (Foto de Internet)
Roger Torrent, actual presidente del Parlament (Foto de Internet)
Llegado el turno de ROGER TORRENT i RAMIÓ, actual presidente del Parlament, inició su declaración con una actitud chulesca y provocadora hacia el Tribunal, al que advirtió de que tuvieran presente de que “volverían a votar”, sea cual sea el desenlace de este juicio; afirmó que las leyes que se aprobaron tenían como objeto presionar al Estado y buscar la cooperación de “otros pueblos” peninsulares, así como de la Comunidad Europea; que tales leyes eran de carácter político, pero no jurídico.
Este testigo, propuesto por la representación de VOX, intentó ser preguntado por la defensa de los acusados sobre los hechos del 20 de septiembre que presenció (estaba entre los miles de manifestantes) cuando era diputado del Parlament, pero el magistrado Marchena lo impidió al considerar que había sido llamado a declarar como actual presidente del Parlament y no como diputado, lo que originó un rifirrafe de varios minutos entre los abogados y el Presidente del Tribunal.
Si las declaraciones de los procesados nos causaron la impresión de la “pequeñez” de esos políticos ante el Alto Tribunal, sentimiento que también experimentamos al oír testificar a otros políticos convocados por acusadores y/o defensas, la de este militar, DIEGO PEREZ DE LOS COBOS ORIHUEL, nos ha evocado a la del ex Secretario de Estado, Sr. Nieto Ballesteros.
El coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos (Foto de Internet)
El coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos (Foto de Internet)
Enérgico y conciso transmitía con sus palabras un halo de veracidad del que era imposible escapar. Su relato encajaba, punto por punto, con el sostenido por la Fiscalía, que no es otro que lo sucedido durante el referéndum fue fruto de un plan previamente pactado entre la clase política separatista, las organizaciones sociales y “grupos organizados” como punta de lanza, “tutelados” por el mayor Trapero y sus “Mossos” que hicieron todo lo posible para facilitar las votaciones y no para evitarlas.
Testigo de cargo de la acusación, como máximo responsable policial el 1-O, para relatar la supuesta colaboración de los Mossos d'Esquadra, el coronel de la Guardia Civil convirtió su larga intervención en un extenso argumentario contra su némesis policial. En lo que por momentos pareció ser el relato de un duelo de egos -sin uno de los contendientes en la Sala-, De los Cobos pasó factura a Trapero por los días de «tensión» que aseguró haber vivido con quien tenía la orden de frenar el referéndum, ¡y no hizo nada por impedirlo! Qué no le gustaba el mayor Trapero lo puede llegar a decir más alto, pero no más claro. “Nuestra relación, personal y policial, siempre fue difícil en aquellos críticos días de 2017”. En resumen, el coronel fue el protagonista absoluto de una de las declaraciones más esperadas del Juicio.
Enric Millo, Delegado del Gobierno en Cataluña (Foto de Internet)
Enric Millo, Delegado del Gobierno en Cataluña (Foto de Internet)
El catalán JOSEP ENRIC MILLO i ROCHER, ex Delegado del Gobierno en Cataluña, que ha vivido gran parte de su vida en Gerona, persona de trato amable, muy humano y generoso (donó un riñón a su esposa para salvarle la vida), que hace tiempo sufre acosos y amenazas, ha pasado a convertirse en la “bestia negra” de los energúmenos separatistas, por haber declarado bajo juramento de decir verdad, aquellas verdades que no quieren oír los doce líderes del procés ya que contradicen sus descripciones de los hechos que se están juzgando.
Explicó que dedicó mucho tiempo a evitar el planteamiento políticamente suicida, que iba a perjudicar al conjunto de la sociedad catalana, del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, con el que no cabía la posibilidad de “negociar nada” que no fuera celebrar el referéndum, algo que no podía ser aceptado por el Gobierno central.
Explicó como una vez convocado y anulado por el Constitucional el 1 de Octubre se rompió la convivencia en Cataluña; empezó el clima de acoso, hostigamiento y violencia, para impedir las actuación judiciales, que se consideraban un ataque a las instituciones catalanas; así, hasta llegar a la declaración unilateral de independencia que nadie (entre los separatistas) pensó que fuera simbólica; no era una broma, iba en serio (aseguró) contradiciendo a los acusados que le negaron efectos jurídicos.
Sobre la “violencia” que se ejerció, manifestó que tenía contabilizadas 150 acciones distintas en diferentes instalaciones, con lanzamiento de artefactos incendiarios, acoso a agentes… Era el mundo al revés: la policía cumplía órdenes judiciales y desde el movimiento separatista se llamaba a defender las instituciones, lo que significaba que la policía las estaba atacando; ese contrasentido creó un clima de tensión e incertidumbre. Como ejemplo citó lo ocurrido frente a la Consellería de Hacienda y el derramamiento de detergentes líquidos a las puertas de los colegios ara que resbalara los policías y guardias civiles que, una vez en el suelo, eran pisoteados y agredidos por alguna de las numerosas personas que como escudos humanos se hallaban en aquellos lugares para impedir que se cumpliera lo ordenadlo por los jueces.
La Letrada de la Admón. de Justicia (Foto de Internet)
La Letrada de la Admón. de Justicia (Foto de Internet)
MONTSERRAT DEL TORO LÓPEZ, Letrada de la Administración de Justicia (denominación actual de los Secretarios Judiciales), destinada en el Juzgado de Instrucción nº 13 de Barcelona, que estaba en el punto de mira de los separatistas desde el 20 de Septiembre de 2017, situación agudizada tras su declaración ante el Tribunal, pidió que no fuera grabada su imagen para evitar su difusión (petición que le fue concedida, pese a la protesta de los abogados defensores) es la pieza clave y a la vez la víctima de los violentos sucesos del 20 de Septiembre. Le tocó, por su profesión, cumplir el mandato judicial de registrar, intervenir documentos y levantar acta fehaciente bajo la fe de su cargo, en la Consellería de Hacienda; iba acompañada, para auxiliarla, de varios miembros de la Guardia Civil al mando de un teniente, desplazados en vehículos oficiales que aparcaron frente al edificio.
Relata la funcionaria de que en su cometido no encontró demasiada colaboración por aquellos que debían facilitarle los accesos o datos que exigía el mandamiento judicial, y su crudo testimonio, plagado de detalles como la escena de un manifestante que arrojó una botella de agua sobre una cristalera, no dejó indiferente a nadie de la Sala; y menos a los abogados de los procesados que acusaron un golpe muy duro a su tesis de que el “movimiento” era cívico y pacífico. Fue consciente durante toda la jornada del registro de que se hallaban “secuestrados” dentro de las oficinas (comió un bocadillo que una “mossa” le proporcionó) y ya a las nueve de la noche, al subir a la azotea para otear el panorama, se encontró que estaban rodeados por una multitud de unas cincuenta mil personas (cifra avalada por los propios convocantes) y que no podría salir por la puerta sin un grave riesgo para su integridad física e incluso para su vida; confesó que tuvo miedo, mucho miedo, sentimiento subjetivo e inaprensible, por lo que es difícil responder a la pregunta de cuando hay motivos para que una persona se sienta embargada por un temor racional o irracional. No obstante (puntualizamos nosotros) cincuenta mil motivos concurrían por las cincuenta mil personas beligerantes que la tenían secuestrada.
Su petición de que la sacaran de allí, aunque fuera mediante un helicóptero, y la rocambolesca huida a través de los tejados para pasar al edificio colindante (teatro Coliseo) y desde allí salir a la calle (el responsable de ese local tampoco se lo puso fácil) es archiconocido. Ya de madrugada pudo llegar a su domicilio, llevando en su cartera los documentos intervenidos y el acta levantada que en ningún momento abandonó. Y si durante este aproximadamente año y medio transcurrido ha podido continuar desempeñando sus funciones con relativa normalidad, tras su declaración ante el Supremo ha pasado a convertirse en otra de las “bestias negras” de los separatistas que no han tardado en mostrar su rostro y todas sus circunstancias personales en las redes sociales para que pueda ser “premiada” por decir la verdad que a aquellos no les interesa.
Sebastián Trapote, ex Jefe de la Policía Nacional en Cataluña (Foto de Internet)
Sebastián Trapote, ex Jefe de la Policía Nacional en Cataluña (Foto de Internet)
SEBASTIAN TRAPOTE GUTIÉRREZ, era el máximo responsable de la Policía Nacional en Cataluña durante el uno de Octubre; en su declaración ante el TS ha asegurado que en los centros de votación había una serie de individuos cuya agresividad era de alta virulencia; no eran unos cualquiera los que allí estaban; todo aquello estaba perfectamente organizado; hizo hincapié de que él nunca pudo llegar a conocer el plan de actuación de los Mossos, pero existían indicios de cual iba a ser su actitud en aquel uno de Octubre, indicios que se revelaron como ciertos al constatarse su “total inacción” ya que poner dos o tres agentes por colegio era una utopía de que pudieran cumplir la orden judicial de que se prohibieran las votaciones. Y ni siquiera esos pocos agentes ayudaron a la Policía Nacional cuando esta tuvo que intervenir y resultaban increpados y agredidos por algunas de las personas que copaban la entrada del colegio ¡Se quedaron de mirones!
A nuestro parecer, no dejo duda alguna de que “todo aquello” se había preparado concienzudamente, que se votaría “sí o sí”, utilizándose violencia verbal y física, esta última de forma pasiva o activa, y que la policía estatal quedó a “los pies de los caballos separatistas” por la dejación de funciones de los Mossos.
El general de la Guarda Civil, Ángel Gozalo (Foto de Internet)
El general de la Guarda Civil, Ángel Gozalo (Foto de Internet)
Vaya por delante que la declaración del general de la Guardia Civil ANGEL GOZALO MARTÍN, Jefe del Benemérito Cuerpo en Cataluña desde 2012, causó ampollas entre los acusados y sus defensores, tanto por su contenido como por la concluyente forma de expresarse, con un relato rectilíneo, enérgico y suave a la vez, con esa seguridad que solo los militares (al contrario de los políticos) demuestran en su conducta y convicciones; este general de división demostró a lo largo de todo el interrogatorio de que solo tiene “unos principios” (no como Grouxo Marx que poseía “otros” principios adecuados a las circunstancias, cosa que copian algunos políticos).
El general ha puesto de relieve el clima “prebélico” en Cataluña en los días anteriores a la celebración de la consulta, poniendo de ejemplo los cuarteles de la Guardia Civil que habían sufrido escraches, con apoyo de instituciones (hasta 131 tenía contabilizados), y que cincuenta y cinco agentes habían sido agredidos el día uno de octubre, con lo que se desmentía el mantra preferido por el separatismo de que ellos no son violentos, sino pacíficos y demócratas.
Destacó como el “desafecto” y acoso a la Guardia Civil se proyectó también hacia los familiares de los guardias, incluidos menores de edad escolarizados, en el marco de la organización del referéndum ilegal y se lamentó de la situación de las fuerzas a su mando con un difícil equilibrio para hacer cumplir la ley entre aquellos ciudadanos catalanes que piensan de forma antagónica en las cuestiones políticas; pero que ellos (la Guardia Civil) llevan en su Himno “el orden y la ley” y esas eran las referencias de su ADN.
Ya al inicio de su declaración, al contestar preguntas del fiscal Fidel Cadena, dijo que la oposición con la que se encontraron sus agentes era violenta y manifiesta, añadiendo que les era tan difícil entrar como salir de aquellos colegios que se pretendía precintar para que no se llevara a cabo la consulta ilegal, pues había personas en actitud de resistencia, que en algunas ocasiones se convertía en violencia con los lanzamientos de todo tipo de objetos (por ejemplo, piedras).
También denunció que de los vehículos del Cuerpo masacrados el 20 de septiembre habían sido sustraídas varias armas largas que los guardias llevaban en los maleteros Volvemos a preguntar ¿Dónde están y en que manos se hallan esas armas?
Sudaba “tinta” MANUEL CASTELLVÍ DEL PERAL, el que fuera Jefe de Información de los Mossos el uno de Octubre; este hombre, “trepa” entre trepas, que salió como agente de la Policía Autonómica en la primera promoción (Mollet del Vallés, 1981), que nunca ha pisado la calle de servicio pues siempre ha estado al halo de las esferas del poder, que en su largo mandato en Gerona (donde vive) fue de los primeros en poner la bandera estelada en su domicilio, se notaba que “no quería” terminar de contestar a las preguntas de un brillante fiscal Zaragoza, pero que no tenía más remedio que hacerlo, aunque procurando ser confuso no terminando sus frases; no obstante tuvo que reconocer expresamente que el uno de Octubre “niños y ancianos fueron usados como escudos humanos”.
Este testigo (¡Cómo sufriste, Castellví, y te queda la sesión del lunes once!) se convirtió el pasado jueves 7 de marzo de 2019 en una pieza clave del juicio del “procés”, porque en sus palabras descansaba en buena medida la acusación fiscal por rebelión. Sudando tinta (repetimos), congestionado, acabó explicando cómo salió “frustrado” de la reunión en la cúpula de la Policía de la Generalitat después de transmitir a Puigdemont, Junqueras y Forn que el referéndum debía ser desconvocado pues se temía que en caso contrario podía desencadenarse una ola de violencia por el llamamiento que desde el Gobern se hacía a la población para que acudiera a votar como si se tratase de una cita legal, ocultando el mandato judicial que lo impedía; puso de relieve en esa reunión que su Departamento había detectado 42 Comités de Defensa del Referéndum (luego de Defensa de la República) compuesto de personas del “tejido asociativo del separatismo, muy heterogéneo” que aumentaban su actividad a medida que avanzaba la fecha del uno de Octubre; el testimonio del señor Castellví rompió (seguramente) las previsiones de los abogados defensores, pues coincidía con los responsables de la Policía Nacional y Guardia Civil en que los efectivos para aquel día uno de Octubre fueron “insuficientes”. Esa frustración se debió a que no le hicieron caso y continuaron con la “huida hacia delante”.
Manuel Castellví, Jefe del Servicio de Información de los Mossos (Foto de Internet)
Manuel Castellví, Jefe del Servicio de Información de los Mossos (Foto de Internet)
Explicó que tras ese primer intento fallido, el major Trapero convocó a una reunión el 28 de Septiembre a diversos mandos de los Mossos (Joan Carles Molinero, Ferrán López, Emilio Quevedo y el mismo declarante) en la que en su calidad de Jefe de los Servicios de Información, explicó los escenarios que se preveían ante la gran movilidad que se presumía, con una participación muy numerosa ante los colegios, y que aunque se estaba llamando a las personas para que se comportaran de forma pacífica, ese hecho no quitaba que cuando la fuerza pública (policía y guardia civil) fuera a actuar, esa actividad pasiva pudiera transformarse en activa.
Una frase suya (demoledora) en esa reunión fue la siguiente: “El uno de octubre se iba a dar una situación de colegios ocupados y fuerzas de seguridad que debían cerrarlos; unos van a intentar acceder a esos colegios y otros se opondrán ¡Eso es un conflicto! (violencia, añadimos nosotros).
A resultas de lo que ocurra cuando continúe su declaración el lunes once, lo que ha venido diciendo en sede judicial ya le ha valido (a Castellvi) de pasar a ser un “traidor” para los separatistas, que han impulsado una campaña de acoso debido a que puede haber sentenciado favorablemente la existencia de violencia el uno de octubre.
Lo cierto es que a este excomisario (se encuentra en situación de “reserva”) la Policía catalana (los suyos) han tenido que ponerle protección… ¡Y se continua por la tropa separatista con el descaro de afirmar que todo fue (y es) pacífico y democrático!

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