A moro muerto, gran lanzada (Bernardo Ferrándiz y Bádenes. 1881. Óleo sobre tabla) |
Me ha venido a la memoria al calificativo que en la Edad Media se daba a los cobardes que alardeaban de su valentía (¡a moro muerto, gran lanzada!). Pues sí, gran lanzada al moro muerto de Franco, lanza fuerte que descansa en una vulneración del Estado de Derecho al conseguir que el Poder Ejecutivo (él mismo y su PSOE) tenga cogido por los testículos al Poder Judicial, aquel que el BOE a finales de los años 70, por un ¿error de imprenta? titulo de "CONEJO GENERAL DEL JODER JUDICIAL.
Y digo que ha habido vulneración y posiblemente "presiones" porque el Decreto Ley de marras para sacar a Franco de su tumba no reunía las precisas características de urgencia, e interés público, pero sobre todo al ser una ley no de carácter general sino destinada a una sola persona y a unos hechos que solo atañían a esa persona (Franco y sus descendientes)
Es lo mismo que Boyer, ministro del PSOE hizo para expropiar a RUMASA, que el TC tuvo que avalar, presionado por González y Guerra (tengo escrito un articulo bien fundamentado de aquellos hechos, con nombres y apellidos, que nadie ha impugnado) obteniendo una sentencia favorable al Gobierno, y la posterior dimisión del Presidente del Tribunal, aquel jurista venezolano de gran prestigio jurídico y moral, que murió meses después, seguramente avergonzado por su voto de calidad (voto doble) que desatascó el empate, algo insólito en ese y en cualquier otro Tribunal Colegiado.
Ni me interesaba antes saber donde estaba Franco, ni me interesa ahora si lo exhuman del Valle y a que lugar puedan llevar sus restos para inhumarlos. Mi interés estriba en que nuestro País tenga una verdadera Democracia (separación de Poderes). La "lanzada" a Franco es una buena propaganda y a la vez termine con el franquismo para siempre (aunque, como dice Antonio Banderas, Franco "estaba más muerto" en los años 80-85 que ahora), pero el camino para hacerlo es la clásica "alcaldada" de un dictatorial SÁNCHEZ-PSOE, que hace lo que quiere y como quiere. Dictadura ¿del proletariado? pura y dura.
Y escribo todo esto (me ha costado varias horas) debido a que estoy a punto de morir (Dios mediante), he cumplido 80 años y me aferro a la libertad de expresión consagrada como derecho fundamental en la Constitución.
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