20 diciembre de 2018. Intercambio de los 21 puntos (Foto de Internet) |
¡No tengo remedio! Si me callo (dejo de escribir), reviento. Mis anuncios (¡Dios, haz que sean erróneos!) se van convirtiendo en hechos reales. La “muerte” de España como Nación unitaria heredera de una historia de siglos está tan cerca que la ambición de Pedro Sánchez, su ansia de poder “como sea” ya le tiene preparado el ataúd en el que enterrarla (¿En el Valle de los Caídos?) y los clavos con los que fijarán el féretro no son otros que “los 21 puntos del President” que por fin hemos podido conocer en su integridad a pesar de que Sánchez los ocultó a los españoles cuando él los conoció el día 20 de diciembre del pasado año, momento en el que se los entregó en mano el no tan memo president Torra que ahora, cuando tiene al gobierno de España contra las cuerdas, no ha dudado en darle un “golpe bajo” humillante para que podamos ver con luz y taquígrafos las vergüenzas de este desvergonzado sujeto que por respuesta se nos va a Estrasburgo a ¿defender? a la Justicia española ante el inmediato comienzo del juicio a los dirigentes políticos catalanes que se rebelaron contra el Estado del que formaban parte en su calidad de funcionarios.
Mientras tanto, todos los medios de comunicación se han enredado en un “marear la perdiz” sobre si “mediador” es una cosa diferente a “relator”, si hay “mesa de Gobierno a Gobierno” o solo es “mesa de los Partidos políticos catalanes”... Cortinas de humo para que no veamos la realidad, el fondo de la cuestión, el sobre qué se va a dialogar que es lo importante frente al cómo se hará (aunque también importa, claro está) y teniendo en cuenta que los acuerdos respecto de los Presupuestos Generales del Estado (las prebendas para Cataluña) ya se consensuaron dentro de las cárceles, no cabe la menor duda de que esas “conversaciones” no pueden versar sobre nada que no esté en los 21 puntos de marras; si lo hacen los Partidos catalanes, mal, pues se hablará y tal vez pactará sobre temas que afectan a todos los españoles; si los parlamentos son de igual a igual (Gobierno de la Nación y Gobierno de una Autonomía) se le dará estatus de “estado”, algo que por inconstitucional me parece que Sánchez no se atreverá a llevar a efecto, no por convicción personal sino porque los “suyos” se le echaran al cuello para seccionarle la yugular política.
Los meritados 21 Puntos tienen tres bloques o ámbitos que Torra-Puigdemont consideran imprescindibles que el Gobierno de España acepte para “solucionar el conflicto” mediante un pacto de Estado: RECONOCIMIENTO DEL DERECHO DE AUTODETERMINACIÓN DE CATALUÑA, NEGOCIACIONES DE “IGUAL A IGUAL” CON MEDIACIÓN INTERNACIONAL y DESFRANQUIZAR AL ESTADO ESPAÑOL (aquí se suman el archivo de las causas judiciales, la segregación de Poderes, la ética política, respeto a los Derechos Humanos, fin de la amenaza del artículo 155, la eliminación del fascismo y la extrema derecha, y un “totum revolutum” difícilmente digerible)
De todo esto, en una u otra mesa, con mediador o relator, es de lo que se hablará para encontrar fórmulas de acercamiento que durante esta semana permitan a Sánchez aprobar “sus” Presupuestos y así continuar en la Moncloa, disfrutar del “Falcón”, que le escriban y publiquen libros a mayor gloria presidencial para ver si en 2020 suena la “flauta por casualidad” (como le pasó a aquel burro flautista), gana las elecciones generales (o aunque no las gane, pueda tener los mismos apoyos de ahora) y se queda otros cuatro años en los que pueden dar (entre todos los enemigos de España) el do de pecho final acabando con la Constitución de 1978 e iniciando eso que ampulosamente llaman la Nación de Naciones.
Todos los puntos (pueden ser consultados uno por uno en la prensa de hoy jueves 7 de febrero) me llaman la atención, pero el relativo a la “desfranquizar” me afecta directamente. Me da la impresión de que soy una “cebolla” llegada a España en 1939 (fecha de mi nacimiento) que fue adquiriendo capas y capas hasta 1975 (muerte de Franco) y que ahora pretenden despojarme de ellas, sin tener en cuenta que esas capas se fueron acumulando a lo largo de 36 años y son tan diversas y queridas por mí que desde luego no pienso en que me pueda (o me puedan) desprender de las mismas.
Son mi infancia, adolescencia, juventud y madurez; son los colegios en los que me eduqué, la universidad en la que me licencié en Derecho, el servicio militar en nuestro Ejército, el “flechazo amoroso” que me unió para siempre a mi esposa, el nacimiento de mis cuatro hijos, los amigos que atesoré, la ética de la Religión que profeso, la inexistencia de drogas, la seguridad en las calles, mi desarrollo como persona y profesional, y tantas y tantas cosas que viví durante ese denostado franquismo que sin ellas dejo de ser yo ¿Qué hubo cosas malas y represiones? ¡Sin duda! Pero comparadas con las que, en los años 40, 50, 60 y 70 del pasado siglo, se llevaban a efecto por la URSS y sus aliados del Pacto de Varsovia o en el “democrático” México o incluso la respetada República China, disparando contra las multitudes que se manifestaban pacíficamente, con los tanques por las calles, es pecata minuta.
Qué aquí nos estemos dedicando a desenterrar a Franco de su tumba y a silenciar lo que de bueno hubo durante el franquismo (lo malo ya se saca a colación todos los días, sean verdades, mentiras o mediopensionistas versiones), se enfrenta a la realidad de lo que piensan por ahí. En la Universidad de Harvard se estudia el fenómeno del turismo de masas como un “invento” español del franquismo, con Fraga Iribarne y Pedro Zaragoza (alcalde de Benidorm) como grandes impulsores de lo que a partir de 1962 exportamos a otros países. El fenómeno fue español y así lo enseña esa universidad (me lo explicaba esta mañana mi hijo mayor en su cafetería literaria) mientras que en España está prohibido hablar de esas cosas.
Y mientras tanto, como ya expliqué hace unos días en un artículo que titulé ESPAÑA INDFENSA (jurídicamente), por mucho que se empeñen las “derechas” en llamar traidor a Sánchez, no se le puede encausar por estos hechos (subastar un trozo de España) ya que el delito de traición fue erradicado de nuestras leyes penales por el PSOE en 1995, que el PP con mayoría absoluta no rehabilitó (por si acaso le podía caer a él ese “sambenito”); lo de “Felón”, epíteto que se ganó Fernando VII por conculcar la Constitución de 1812, se le dará a Sánchez si trasgrede la de 1978; obviamente, esa infame calificativo no tiene ninguna trascendencia práctica al no estar considerado un ilícito penal, como no la tuvo para el Borbón que continuó con su reinado tan campante.
¿EST CLAUDERE FINEM HISPANAE? La aprobación o no de los Presupuestos, la consolidación o no de Sánchez en el Poder y el tiempo nos lo dirá. En este momento yo señalaría que hay “presunción” de que España pueda “desaparecer” a medio plazo.
Los actores de “la vergüenza nacional” (Foto de Internet) |
Como ANEXO a nuestros comentarios pasamos a exponer los “puntos” o “clavos” que nuestro Gobierno está dispuesto a debatir en no sabemos que confusa mesa de diálogo, con mediadores, relatores, notarios o testigos nacionales o internacionales, con los partidos separatistas o con el Gobierno catalán que lleva desde las poltronas, bien remuneradas del Gobern, las riendas para consumar la ruptura de España a poco que le dejen.
Los 21 puntos del 'President'
- No se puede gobernar contra Cataluña.
- Hay que reconocer y hacer efectivo el derecho de autodeterminación del pueblo de Cataluña.
- Es necesaria una mediación internacional que tiene que facilitar una negociación en igualdad.
- La soberanía de las instituciones catalanas tiene que ser respetada y no amenazarla con la aplicación del artículo 155.
- Se tienen que investigar los abusos policiales y económicos ejercidos contra el pueblo de Cataluña.
- La vía judicial tiene que quedar atrás.
- Hay que impulsar un compromiso por la ética política.
- Se tiene que garantizar la separación de poderes.
- Es imprescindible poner fin a la limitación de derechos fundamentales.
- El retroceso de la calidad democrática de España se tiene que revertir.
- Hay que frenar el deterioro de la imagen de España en el mundo.
- Se tiene que poner fin a la complicidad de cuerpos policiales y aparato judicial con la ultraderecha.
- Hay que garantizar la independencia judicial.
- Es necesario asegurar el respeto a los Derechos Humanos.
- La sombra y la influencia de la cultura franquista pervive y es incompatible con la plenitud democrática de España.
- La indolencia con el fascismo, la impunidad con las actitudes fascistas tiene relación directa con la impunidad de los crímenes del franquismo.
- Se tienen que aislar y denunciar los grupos neofascistas.
- Es incompatible con la democracia la existencia de privilegios derivados del franquismo.
- Hay que emprender un proceso explícito de desfranquización y de un debate sobre la monarquía.
- La nulidad de los juicios franquistas es un paso imprescindible de memoria histórica.
- Se tiene que hacer efectiva una política de fosas comunes.
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