El separatismo juega sus cartas

El separatismo juega sus cartas en Bruselas y “Eslovenia” mientras el Gobierno de España está “a la luna de Valencia”

Aquelarre separatista en Bélgica (Fotografía de “El Punt Avui”)

La prensa catalana de hoy domingo 9 de diciembre de 2018 (cosa que no hace la nacional) pone de relieve que el “presunto delincuente” Joaquín Torra Pla, a la vez que se pone en huelga de hambre para las próximas cuarenta y ocho horas, ha decidido elevar la apuesta separatista y colocara Eslovenia como ejemplo a seguir por Cataluña para conseguir su separación de España, no la independencia que requiere una previa “dependencia” que no existe, sino la rotura de la Nación Española.

Al invocar dicha vía (eslovena) dice que acepta todas las consecuencias que se deriven, bajo el principio de que “ya no hay marcha atrás” por estar dispuestos a todo para ser “libres”. Llama a hacer como los eslovenos que entraron en guerra de los Diez Días con Yugoslavia en junio de 1991 y que causó 60 muertos y unos 300 heridos. Él y los energúmenos que le siguen están tácitamente desenterrando el hacha guerra contra España, de la que quieren separarse, mientras que el gobierno del POSE-PODEMOS de Sánchez-Iglesias “ni está ni se le espera” para recoger el guante del desafío y contestar como se merecen: artículo 155 en su extensión máxima, cárcel preventiva y juicio rápido para su condena.

El fugitivo rapero cantando al separatismo (Fotografía de “El Punt Avui”)

Ayer los separatistas catalanes que tradicionalmente huyen para no acudir a Madrid en la celebración del aniversario de la Constitución se fueron de excursión a Bruselas (¿quién paga tantos gastos?), expedición que se calcula en unas 800 personas, los asistentes al desafiante y chulesco acto de la presentación en el Teatro Real Flamenco del “Consell de la República” en el que cantó Luis Llach aquello de “venimos del norte, venimos del sur” que Torra remató con “venimos del norte, venimos de Eslovenia, de donde traigo muy buenas noticias”, refiriéndose a la entrevista con el presidente de aquel país Borut Pahor.

Siniestro aspecto del Teatro Real Flamenco (Foto de “El Punt Avui)

Tras llamar Puigdemont (el cobardica huido) a la unidad de todos los separatistas, durante la presentación del Consell, Torra añadió que “los catalanes hemos perdido el miedo..., no nos dan miedo, y este es un grito muy poderoso. No nos dan miedo y tengo que deciros que no hay marcha atrás en el camino de la libertad”, y siguió mostrando el camino que seguir. “Los eslovenos lo tuvieron claro. Decidieron determinarse y tirar hacia delante en el camino de la libertad con todas sus consecuencias hasta conseguirlo. Hagamos como ellos –dijo Torra–. La vía eslovena es nuestra vía”. También el ex conseller Toni Comín animó a continuar la lucha por la independencia, aunque se entre de lleno en el drama. “El tramo que nos queda hasta llegar al final, no tenemos que engañarnos más, será dramático”, dijo Comín, y añadió que “ha llegado la hora de pagar el precio alto, injusto, pero inevitable de nuestra libertad”. El argumento defendido por Comín es que España no es Canadá ni el Reino Unido, sino un “Estado inseguro que ha convertido la integridad territorial en religión”.

Torra y Puigdemont: tanto monta, monta tanto (Foto de Internet)

Por su parte, el ex president Carles Puigdemont acusó al Estado español de no ofrecer alternativas y centrarse en la represión. “El Estado ha sido incapaz de proponer y explicar alternativas a la independencia, y es que no las tienen. El único discurso que tiene España para los catalanes es el del Rey, un discurso amenazador, tenebroso, que avala la ofensiva total contra la sociedad catalana”. También añadió que todo lo que podían proponer ya lo trasmitieron a través del Rey, que primero lo aplicó Rajoy “de manera abrupta y con lenguaje de colisión, y luego Sánchez, con lenguaje más suave”, pero siguiendo la misma línea”. Pero Puigdemont centró su discurso “en un llamamiento a la unidad de las fuerzas independentistas. En un acto que contaba con la presencia, además del president Torra, del vicepresidente Pere Aragonés y de varios miembros del Govern, Puigdemont dijo que “hay una llamada a la unidad que recorre Catalunya y que deberíamos escuchar; si no, perdemos autoridad moral, perderemos todo lo que hemos conseguido”.

El ex president definió al Consell per la República como “un instrumento para verificar ante el mundo la voluntad efectiva de hacer la república” y anunció algunas incorporaciones al consejo fundacional encargado de ponerlo en marcha y que él preside. Se trata de los ex consellers Toni Comín, Lluís Puig y Clara Ponsatí, además de Elisenda Paluzie –presidenta de ANC–, Antoni Castellá, Meritxell Budó y Neus Torbisco-Casals. Todos han sido designados por Puigdemont y ejercen el cargo a título personal.

Si Puigdemont, cobarde y enredador, tensa la cuerda desde Bruselas, finalmente, de todos los calificativos imaginables, ya sabemos cuál encaja mejor al hombre que llegó a la Generalitat de carambola. Sí, Quim Torra es peligroso. Lo es su alarmante palabrería, tan proclive a incendiarlo todo, desde los libros de historia a las calles y a los garantes de su orden. Lo es la arrogancia de su pensamiento, tan próxima al sectarismo. Y lo es, sobre todo, ese ánimo insustancial que le hace derivar del almíbar ‘kumbayá’ a un belicismo tan incomprensible como irresponsable.

Torra y Aragonés ¿Unidos hasta “Eslovenia”? (Foto de Internet)

Ha sido la segunda puesta de largo de este organismo (Consell de la República), ya constituido en Barcelona el 30 de octubre, que tiene como una de sus misiones fundamentales internacionalizar la crisis catalana. El registro abierto en octubre contabiliza unas 40.000 adhesiones, y el acto del domingo sirvió para potenciarlo, aunque quedan muchos detalles por concretar sobre su funcionamiento y gestión. Debe acabar constituyendo una asamblea de representantes electos, en la que figurarán, a partes iguales, diputados, representantes de ayuntamientos, sociedad civil y figuras internacionales. Su función será “hacer aquello que nuestras instituciones no puedan hacer”, en palabras de Puigdemont, dado que considera que las instituciones catalanas están actualmente en “libertad vigilada, con restricciones financieras y competenciales” y bajo amenaza de nuevas aplicaciones del artículo 155”.

El Consell de la República y su “jefazo” (Foto de Internet)

El acto se organizó en dos sesiones consecutivas en el teatro flamenco situado en el centro de Bruselas, dos pases para dar cabida a los 800 catalanes desplazados. Sus localidades fueron sorteadas entre los 40.000 que se han registrado en el Consell per la República. En la presentación, que empezó tarde por la demora del chárter que trasladaba a miembros del Govern desde Barcelona, actuó también el rapero Josep Valtònyc, que desde su huida a Bélgica ha hecho causa común con los independentistas, contratando el mismo equipo de abogados y formando ya parte del activismo a favor del proceso catalán. Valtònyc se llevó los aplausos de un público convencido para la causa, que entre los gritos más repetidos que coreó estaban los de “independencia” y “Puigdemont president”, como cabía esperar, pero también algunos que pedían la dimisión del conseller de Interior, Miquel Buch.

Podemos presumir sin temor a equivocarnos que Puigdemont, para ir mareando la perdiz desde Bélgica, mientras en Barcelona se preparan para el momento de declarar la guerra a España, piensa ir legislando y gobernando virtualmente enrocado en su cuartel general de Waterloo (vuelvo a preguntar ¿quién paga tantos gastos?) volcándose en el recién presentado Consell per la República, que el ex president concibe como una especie de asamblea legislativa paralela o en el exilio. Puesto que se trata de una entidad privada registrada en Bélgica, difícilmente puede interferir en la política catalana, pero Puigdemont y los suyos ya están buscando la manera de hacerlo. Le están dando vueltas a utilizar el Consell per la República para impulsar iniciativas legislativas populares que después se vehicularían desde Catalunya y llegarían al Parlament para su aprobación. De esta forma, aún por definir, se pretende legislar en Catalunya desde Waterloo.

 Guerra de Eslovenia ¿Torra quiere tanques en la Diagonal? (Foto de Internet)

Desde Barcelona, la periodista Lola García, directora adjunta de La Vanguardia “ponía de relieve el dato curioso de que la CUP haya retirado su apoyo al Govern, dado que este Ejecutivo es el más “cuperizado” que ha tenido desde que comenzó el proceso separatista. Hacía hincapié de que si Torra seguía por la senda que ha anunciado (la “belicista eslovena”) los “antisistema” iban a tener muchas dificultades para distinguir sus discursos de los cada vez más beligerantes del Govern y sus tentáculos”.

El Cuartel General de Puigdemont en Waterloo ¿Cuándo llegará el suyo? (Fotografía de Internet)

De lo que no nos cabe la menor duda es que esa locuacidad subversiva y belicista va a ir en aumento en las próximas semanas; los “mimbres” para ello son abundantes y altamente inflamables: huelga de hambre de algunos políticos presos; huelga de hambre reducida del President; Consejo de Ministros del día 21 en Barcelona; “barra libre” de los CDR para cortar autopistas o lo que les apetezca; la ANC movilizando a sus núcleos más activos... Y todo aderezado con las órdenes políticas a la policía autonómica para no intervenir con cargas como las de Gerona y Tarrasa días pasados.

La policía autonómica repartiendo “leña” en Gerona para los CDR,
medicina muy conveniente ahora que llega el invierno (Fotografía de Internet)

España está, como Nación, en el mayor peligro de sucumbir a manos de sus encarnizados enemigos seculares, precisamente en el momento en que tenemos el peor Gobierno que uno puede imaginar para momentos como estos, Gobierno que llevan de la rienda gente como la de PODEMOS, ERC, PNV, PCE, PDECAT, etc., que ya están descorchado las botellas de cava que utilizarán para brindar por la defunción nacional.

Acabo de oír en TV que el Presidente Sánchez, ante el desafío de Torra ha replicado que está dispuesto a aplicar el artículo 155. Si lo hace, con la contundencia necesaria, le pronostico que ganará las próximas elecciones generales.