miércoles, 11 de julio de 2018

¿Tengo algo de gurú?

Me parece que tengo algo de "gurú", pues mi vaticinio de que en agosto los políticos presos quedarán en libertad provisional empieza ya a "ver la luz". El diario La Razón trae hoy el siguiente titular:
La Fiscalía revisará la prisión de los líderes del «procés»
El cierre de la instrucción del juez Llarena precipita que la Fiscal General del Estado se posicione.
Estos son los famosos "Paisos Catalans"...
Estos son los famosos "Paisos Catalans"...
Una vez libres y quien sabe si todavía con cargo institucional pues parece que el Parlament se negará a cumplir la orden del Juez para inhabilitarlos, una "comisión de expertos" estudiará la forma y modo de parir una Amnistía para los delitos políticos (nuestro Presidente ya ha aceptado públicamente que el tema catalán es "político" y debe solucionarse por vías políticas) y a vivir que son dos días, como dicen los castizos, y yo añado que, en ese caso, me los pido para este fin de semana (por el fútbol)
Como los enemigos de la Patria creen que España está muerta, van a iniciar su autopsia si no se levanta el País y demuestra que está viva, que tiene pulso, que la gente de bien que la ama está dispuesta "a lo que sea" con tal de que se le vuelva a tener por "temida y honrada" como dice el Himno de Infantería.
Y a una buena pregunta del querido amigo Sindo solo puedo responder que el Ejército (en manos socialistas) y el Rey (insultado y ninguneado -se le prohibe ir a Cataluña-) NO SABEN, NO CONTESTAN, como se dice en las encuestas para todos aquellos que se ponen de perfil ante los problemas que se les plantean.
Los pensionistas (como el que escribe) están de enhorabuena: desde que los socialistas por la puerta falsa de la democracia tomaron el poder, se han resuelto todos nuestros problemas, como demuestra el hecho de que se terminaron las multitudinarias manifestaciones semanales... ¿Quién mueve los hilos que manejan a nuestra sociedad marioneta? Se vocifera y se piden cabezas en función de que la derecha esté en el poder y vuelven las aguas a su cauce en cuanto los de "babor" pisan moqueta.
Un servidor que ha vivido 42 años en Cataluña es testigo presencial de como se pasó de la convivencia ideal entre gente de apellidos nativos y foráneos, entre los que hablaban catalán y los que lo hacían en castellano y como se iba erradicando todo lo que pudiera "oler a español". Recuerdo que en la acera de la izquierda de Las Ramblas (bajando hacia Colón) habían muchas pequeñas tiendas de "recuerdos de España", en donde los turistas compraban muñecas vestidas de andaluzas, figuras de toros, etc., y como erradicaron esos "recuerdos" por el "burro catalán", muñecas vestidas de catalana-sardanista, etc. Todo muy silencioso pero, como la pleamar, capaz de inundar y sumergir todo lo "anterior" (lo malo es que aquí no ha habido bajamar).
¿Los Toros en Barcelona cuestión de maltrato animal? Ni mucho menos. La llamada Fiesta Nacional (española) debía extirparse pese a la solera de siglos que dicha Fiesta tenía en la ciudad Condal, en cuyas plazas habían toreado el novillero Cabré (aquel que enamoró a Ava Garner) o el matador Chamacol, además de todos los toreros famosos en su momento.
Mientras tanto nuestros políticos nacionales estuvieron siempre de perfil, no quisieron enterarse de lo que pasaba, no tuvieron el valor (ni la decencia) de coger el "toro independentista" por los cuernos, toro que nos tiene a nosotros, los españoles, contra las tablas, en una demostración de lo que es el mundo al revés. Ha sido una "pelea a los puntos" en la que solo han anotado los separatistas, y con ese bagaje se pasean por su casa y por el extranjero mostrando su victoria y poniendo de relieve que los perdedores (nosotros) no queremos reconocer que ellos nos ganaron en buena lid.
Por ser tema muy del ámbito personal no voy a desmenuzar aquí los motivos (muchos) que me llevaron a renunciar al acomodado estatus profesional y económico de abogado, a retomar las naves del regreso a España (como decía un colaborador mío) que todavía no había quemado al estilo de Hernán Cortes. La continua catalanización de los compañeros de Bufete (cambio de nombres, Carles por Carlos, Josep por José, etc., pese a apellidos como Martínez o ser sus padres de León) y su traslado al letrero colectivo que en la fachada del edificio de nuestras oficinas teníamos y que al negarme a que se me escribiera como MANEL JORQUES I ORTIZ dio motivo a que descerebrados rayaran la placa borrando la U y añadiendo una I entre los apellidos, así como a que rechazaran los compañeros la defensa que desde hacía algún tiempo llevábamos de miembros de la Guardia Civil (que tuve que asumir a titulo individual) y otros muchos hechos y circunstancias que omito en aras a la brevedad y a la discreción me hicieron renunciar a mi amada Cataluña.
Lo siniestro es que veinticinco años después, en Alicante, observo los mismos signos que entonces no se quisieron abortar en Cataluña. El Reyno de Valencia o la Comunidad Valenciana (esta última denominación, es la oficial) ya es en los medios de comunicación El País Valenciá, perteneciente a los Paisos Catalans; hay inmersión lingüística, no ya del idioma o dialecto valenciano, sino del catalán, cuyo titulo es conveniente (pronto será necesario) para obtener mejores puestos en la Administración Pública. Y puedo añadir para que se vea esta perversa deriva que parece me persigue, que un Juez de Alicante ha sido expedientado por negarse a escribir (lo hace en castellano) Generalitat, pues utiliza Generalidad, o Catalunya ya que escribe Cataluña, con lo que se creó un conflicto con otro Juzgado catalán.,
Sin darme cuenta me he excedido en el contenido y continente. Para abreviar la despedida solo me cabe decir, como otras veces, un fuerte ¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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